¿Qué tendrán los quesos del Prudencio, que los chefs de los restauranes más afamaos se pelean por ellos y hasta se sirvieron en la boda de la infanta? Eso se preguntaban los paisanos del pastor y quesero; Prudencio Tramullas, hasta que lo sorprendieron beneficiándose a una de sus cabras.
fin
3 comentarios:
Vaya con el Prudencio!!
Pues sí que era cabrón el tal Prudencio.
Primera visita que hago a tu blog y me parece muy divertido (en especial este micro)tienes una imaginación bastante activa. Volveré.
Un saludín.
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