El olfato llevó a la zorra hasta un gallinero protegido por una alambrada, donde las gallinas engordaban y ponían huevos.
Viendo la zorra que la malla metálica era demasiado alta como para saltarla, se guardó de intentarlo y discurrió una estrategia.
Se acercó sigilosa, sin ser vista, hasta un arbusto que crecía al lado del gallinero y desde allí comenzó a gritar, poniendo voz de gallina: "¡Sococorro, socococorro! Ayudadme compañeras, se ha metido una comadreja dentro del gallinero y me está atacando. ¡Sococorro! Venid a ayudarme o nos matará a todas."
Las gallinas, como esperaba la zorra, hicieron honor a su nombre y corrieron despavoridas por todo el gallinero, muchas, ayudadas por sus alas, saltaron fuera de él para salvarse.
Pero, la astuta zorra las estaba esperando y, por supuesto, dio buena cuenta del emplumado banquete.
Esta táctica es empleada a menudo por los políticos en tiempo de elecciones, que para que vayamos directos a sus fauces, nos presentan a sus opositores como temibles alimañas.
Fin
Viendo la zorra que la malla metálica era demasiado alta como para saltarla, se guardó de intentarlo y discurrió una estrategia.
Se acercó sigilosa, sin ser vista, hasta un arbusto que crecía al lado del gallinero y desde allí comenzó a gritar, poniendo voz de gallina: "¡Sococorro, socococorro! Ayudadme compañeras, se ha metido una comadreja dentro del gallinero y me está atacando. ¡Sococorro! Venid a ayudarme o nos matará a todas."
Las gallinas, como esperaba la zorra, hicieron honor a su nombre y corrieron despavoridas por todo el gallinero, muchas, ayudadas por sus alas, saltaron fuera de él para salvarse.
Pero, la astuta zorra las estaba esperando y, por supuesto, dio buena cuenta del emplumado banquete.
Esta táctica es empleada a menudo por los políticos en tiempo de elecciones, que para que vayamos directos a sus fauces, nos presentan a sus opositores como temibles alimañas.
Fin
2 comentarios:
Amigo mío!
Qué festival me estoy haciendo leyendo tus microletras!
Maravilloso! Sabes? en este preciso momento le estoy leyendo algunos de tus cuentos a mi marido, que está aquí cerca,y le han encantado.
Abrazos desde La Plata
Eres mi fan nº 1, yo también le leo a mi chica un cuento de los tuyos antes de dormir, le encantan.
Un beso peninsular
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