Dos burros que pastaban en las afueras de un pueblo atados a una estaca, vieron como sus respectivos amos sacaban en procesión una pesada imagen; pues aquel día era fiesta mayor.
Uno de los burros dijo al otro: ¿Te das cuenta, Evaristo…? Nuestros amos también tienen que llevar pesadas cargas, lo mismo que nosotros. Y Evaristo que era muy ocurrente le dijo al burro Jacinto: Sí, pero a estos para que anden, en vez de ponerles una zanahoria en el extremo de un palo, les ponen un trocito de paraíso. Y los dos rieron a grandes rebuznos, que por un momento llamaron la atención de los asistentes al acto religioso.
fin
1 comentario:
Genial micro.
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