- Prueba estos plátanos que he comprado, cariño.
- ¡Tienen sabor a fresa!
- ¡Exacto! Han sido modificados genéticamente. ¿A que es genial?
- Es genial, si, pero… a mí me gusta el sabor del plátano.
- Pues entonces, prueba estas manzanas.
- Prueba estos plátanos que he comprado, cariño.
- ¡Tienen sabor a fresa!
- ¡Exacto! Han sido modificados genéticamente. ¿A que es genial?
- Es genial, si, pero… a mí me gusta el sabor del plátano.
- Pues entonces, prueba estas manzanas.
Eran inmigrantes ilegales que habían llegado en pateras, malvivían en casuchas improvisadas al lado de los inmensos invernaderos, recogían fresas de sol a sol por un sueldo ridículo, y aún así, lloraban amargamente cuando eran devueltos a sus países. Al menos, aquí, su miseria tenía sabor a fresa.
fin