En la procesión de Semana Santa un niño en brazos de su madre vio pasar la imagen de Jesús con la corona de espinas y preguntó: Mami.¿Por qué le han puesto eso en la cabeza? La madre le explicó pacientemente la historia de la burla de los soldados romanos. El chiquillo repuso: Y si se querían reír de él ¿por qué no le pusieron un cucurucho en la cabeza como a esos otros?